TALLERES EN FAMILIA
RITMO - ARTE- COMPARTIR
M.J.
M.J.
CONSTRUYENDO JUNTOS
La Tierra sigue el ritmo de las estaciones desde hace millones de años. Podemos considerarlo como el ritmo de respiración de nuestro planeta.
Este mismo movimiento de respiración encuentra su reflejo en el ser humano. El ritmo es algo vivo, generador de salud. Cuanto más rítmicamente puede vivir el niño, más saludable será su desarrollo. Este principio impregna el acompañamiento que se hace desde la Pedagogía Waldorf.
A través del movimiento alternativo de recogimiento, en la mitad oscura del año, y de expansión, en la mitad luminosa, el niño puede vivir un ritmo fijo que le aporta seguridad interior y confianza en el mundo, porque es algo cíclico que siempre vuelve.
Dentro de este marco, se encuadra el proyecto que ofrece Waldorf Kabia Elkartea ya que se basa en la importancia, desde la primera infancia, del ritmo, que actúa como guía en la evolución del niño y de la niña.
Invitamos a padres y madres a participar en los talleres junto a sus hijos e hijas, para dotarles de herramientas de acompañamiento saludable que puedan utilizar en casa en su gesto educativo cotidiano a la vez que vivencian tanto la escucha como la producción artística.
Cada sesión se estructura de la siguiente manera:
1. Una primera parte NARRATIVA
Se puede desarrollar en varios formatos. El acompañante narra un cuento, presenta un teatrillo de mesa con títeres de lana tejidos a mano, una fábula o un relato mitológico. El tipo de narrativa escogida va en función de la etapa evolutiva del niño o de la niña.
Los cuentos orales son una herramienta imprescindible y poderosa en la Pedagogía Waldorf. Al escuchar los relatos, los niños y niñas crean internamente sus propias imágenes, fomentando así la capacidad imaginativa. No se dan las imágenes hechas, fijas, sino que se otorga a los niños la oportunidad de crearlas en su interior, para que vivan en ellos y que sean siempre las adecuadas para cada uno/a de ellos/as.
M.J.
2. Una segunda parte ARTÍSTICA:
Se propone un taller durante el cual los participantes podrán plasmar artísticamente o a través del movimiento lo que han vivenciado durante la escucha activa del cuento. Se ofrecerán varias disciplinas plásticas, pero también manuales y rítmicas para las cuales no se requiere experiencia previa. Mediante lo sensorial, la experimentación con el material y el movimiento, las familia van descubriendo y creando.
Esta segunda parte fomenta la creatividad, es decir, la capacidad de crear por su propia iniciativa un objeto singular o una vivencia a través del movimiento y el ritmo. Desarrollar la habilidad creativa es, hoy en día, una riqueza para toda la vida. Permite llegar más allá de lo conocido y aporta algo nuevo al mundo, sea cual sea el campo de aplicación, y que siempre empieza por la práctica de una actividad artística, manual o rítmica.
M.J.

Aquel que trabaja con sus manos es un labrador
Aquel que trabaja con sus manos y su cabeza es un artesano
Aquel que trabaja con sus manos, su cabeza y su corazón es un artista...
- San Francisco de Asís